«Botiquín» del grupo Eguneratu para madres y padres

El artículo de hoy versa sobre el Programa de Escuela de Madres y Padres Eguneratu, nuestro grupo de apoyo educativo y psicoterapéutico en casos de Violencia Filio Parental.

Los datos que nos presentan periódicamente los medios de comunicación, nos hablan de una presencia cada vez mayor del fenómeno de la  violencia filioparental (VFP). Y gracias a esta mayor conciencia del problema, cada vez son más las familias que dan el paso de realizar un proceso en el programa especializado en VFP de la Diputación Foral de Bizkaia que ofrece el Centro Hobetzen de Berriztu.

Escuela de Madres y Padres Eguneratu

Uno de los recursos de ayuda en formato grupal del programa es la Escuela de Madres y Padres Eguneratu, que se lleva a cabo anualmente, durante 14 semanas cada quince días. Con una modalidad de interacción de ayuda educativa y psicoterapéutica, las madres y los padres tienen a su alcance un grupo de apoyo donde compartir experiencias, miedos, avances y dudas, pudiendo conocer varios aspectos trasversales a todas las familias.

El contenido del programa se dirige a la transformación del modelo relacional instaurado en la dinámica familiar y aprendizaje de un modelo más sano y satisfactorio de relación.

Y es que hay familias que necesitan un refuerzo mayor en determinadas áreas. En estos casos, el grupo puede ser un buen marco de referencia para acelerar o contribuir a ese proceso evolutivo y/o de enseñanza-aprendizaje.

 

¿Qué contenidos presentamos en EGUNERATU?

1.Fase Socioeducativa

  1. Fase Psicoterapéutica

 

Factores terapéuticos de la modalidad grupal de interacción.

Irvin D. Yalom, investigador y doctor estadounidense experto en el estudio de la psicoterapia de grupo, nos presenta los factores que intervienen en el cambio hacia la mejoría psicológica durante la participación en dichos grupos (Vinogradov, S. y Yalom, I.D., 1996). En EGUNERATU creemos que suceden estos fenómenos, como comprobamos en las cartas y escritos que las familias nos devuelven.

  1. Infundir esperanza: ver que otros/as han conseguido superar lo que vosotros/as aún no
  2. Universalidad: no estáis solos/as, “mal de muchos…”
  3. Trasmitir información: contenidos, consejos sabios
  4. Altruismo: ayuda mutua, darse cuenta, tranquilizarse los unos a las otras
  5. Desarrollo de técnicas de socialización: ganar en habilidades para estar en grupo
  6. Comportamiento imitativo: hacer lo que vemos que funciona
  7. Catarsis: sacar el sentimiento negativo, sentirse aceptado e integrar y comprender el por qué de las situaciones o emociones
  8. Recapitulación correctiva del grupo familiar primario: cambiar roles gracias a las indicaciones del líder grupal u otros miembros
  9. Factores existenciales: darnos cuenta de la paradoja de que hay temas universales que tenemos que enfrentar solos y responsabilizarnos de ello, y quitarle, por otro lado, importancia a los problemas individuales
  10. Cohesión de grupo: gracias al apoyo mutuo, la aceptación y la relaciones especiales que se crean
  11. Aprendizaje interpersonal: en la relación, con las emociones, con y en el grupo

 

Botiquín para el futuro

Al acudir a EGUNERATU algunas madres y padres expresan miedo, inseguridad e incluso culpa. Pero también los comentarios y vivencias se centran en otras ocasiones en una visión de esperanza, frases de apoyo y ánimo entre compañeros/as o contenidos muy útiles que vienen de la experiencia, la reflexión y el ver la luz al final del túnel.

Por ello, vemos interesante compartir con vosotros/as la parte más intima de todo esto. Madres y padres que han transitado por el programa con situaciones de violencia por parte de sus hijos e hijas quisieron dejar pequeños mensajes, en forma de “píldoras” de un botiquín psicoeducativo que os regalan y os mostramos a continuación. Todo ello para que, de esta manera, padres y madres que vayan a iniciar el mismo proceso puedan sentir su apoyo.

Disfrutad de sus palabras.

Testimonio de primera mano

Para acabar, os queremos trasladar una carta escrita por uno de los miembros de estas familias que han participado en el Programa. En concreto, se trata el texto de una madre ayudada.

 

                                                                                                              Bilbao,  30 de marzo de 2017

Hace poco más de cinco meses que iniciamos esta andadura con Hobetzen mi hijo Yeray de 15 años y yo su ama, Laura.

Vivimos solos,  el matrimonio se disolvió, el padre vive en Pamplona desde hace 11 años y nuestra familia es reducida; por mi parte tengo tres tías de edades comprendidas entre los 69 y 82 años y su amama paterna y  hermanos viven en Logroño, lo que nos ofrece una red de relaciones familiares un tanto escasa.

Cuando empezamos, las cosas eran difíciles, la comunicación agresiva, incomprensión, falta de respeto etc. Habíamos entrado en la adolescencia; por mi parte con mucho miedo y un sentimiento profundo de soledad e impotencia.

Mientras escribo, aunque nombro los calificativos y no tengo duda de que en aquel momento me producían gran dolor y desequilibrio emocional, ahora lo siento como desde fuera, como si escribiera realmente una historia.

En las primeras entrevistas no me sentía ayudada, tenía dudas de si me comprendían. Veía como el problema que yo traía era mi hijo y sin embargo no se recibía como tal.

Poco a poco en sucesivas sesiones fui comprendiendo que mi posición en aquella historia era fundamental y que había muchas cosas en mí que tenía necesidad de reorientar para poder abrirme y compartir con Yeray esta etapa, de manera adecuada, no fácil pero sí muy enriquecedora.

Una de las cosas más importantes ha sido asumir que yo estoy sola en esto, pero que ello no hace imposible el reto y que entenderlo como una rémora solo añade carga negativa a la situación.

Vi que deshacerme del miedo y aprender técnicas con las psicólogas o dotarme de herramientas para tratar las situaciones, me daban mayor seguridad y a mayor seguridad, más calma y mayor distancia a la hora de sentir las emociones negativas.

También era un bálsamo la compañía de la educadora. Con ella me he sentido comprendida y apoyada. Sobre todo, su serenidad en la valoración y el trato, su semblante siempre amable.

De unas y otra he ido recogiendo lo mejor, revisando mis emociones y reacciones, hasta sentirme segura de mi papel como madre, como único progenitor, y ahora me siento bien.

El estar bien me permite entenderle mejor a mi hijo, y eso me sirve para hablarle de otra manera. Al hablarle de otra manera, responde más ajustadamente (no siempre), incluso su impulsividad innata a veces se torna en una actitud más reflexiva.

En resumen, hay buenos momentos seguidos de otros  malos, que aún existen, porque esto es un proceso que no ha acabado. Estoy segura de que los límites los aplico mejor y que incluso él los admite mejor, otra cosa es que los realice siempre y que los comprenda, no es necesario.

En este proceso de crecimiento tenemos retos pendientes: por mi parte, admitir la diversidad y querer a pesar de las diferencias y por la suya el autocontrol de la frustración o el enfado y dirigir más su mirada a las personas: (respeto, solidaridad y asertividad). Responsabilidad y esfuerzo son cualidades que tendrá que desarrollar.

Espero que la suerte nos acompañe, trabajo no me va a faltar, y seguir en contacto con vosotros.

Para todos: el equipo de Hobetzen, mi sincero y profundo agradecimiento por vuestra ayuda. Caminar con vosotros ha sido un hito en mi vida.

Eskerrik asko.

 

BIBLIOGRAFÍA

Vinogradov, S. y Yalom, I.D. (1996). Guía breve de psicoterapia de grupo. Barcelona: Paidós. 

 

 

Si te sientes identificado/a con lo que se ha descrito, contacta en el 94 447 91 51, en el correo-e  consulta@violenciafilioparentalbizkaia.org, o en esta misma Web, en la sección de CONTACTO anónimo, y contestaremos tu mensaje rápidamente.