Características de la adolescencia: de salvajes a civilizadas

Adolescencia VS. Violencia Filio Parental (VFP)

 

En el trabajo que se realiza en el Programa de Intervención Familiar especializado en violencia filioparental de la Diputación Foral de Bizkaia, con las familias que sufren Violencia Filio Parental, se sabe que esta violencia va más allá de la propia situación de crisis vital que supone la adolescencia. Pero eso no hace que la propia etapa adolescente, sus características definitorias y sus manifestaciones en la familia,  no sea una de los temas relevantes que aparezcan en la atención psicoterapéutica y socioeducativa  con nuestraS familias. De hecho, situar la violencia en esta etapa adolescente es fundamental así como que toda la familia se adapte a dicha fase de manera adecuada. Por ello, y aunque  en ocasiones la persona adolescente pueda aparecer iracunda o no sepa manejar su enfado, es importante subrayar que la VFP, excede dichos estados puntuales cualitativa y cuantitativamente.

 

Adolescentes

Y es que la adolescencia es una etapa muy complicada, tanto para la propia persona adolescente como para la familia, ya que se dan  grandes cambios que cogen a todos/as por sorpresa. Como se comentaba en el párrafo anterior, en ocasiones, las personas adolescentes muestran su incertidumbre ante estos cambios con cierta agresividad y en los casos más graves pueden llegar a ejercerla sobre su propia familia, lo cual no deja de ser UNA de las características del fenómeno de la violencia filio-parental; de hecho, se recomienda leer en este enlace lo que la VFP supone, para diferenciar bien este fenómeno de la adolescencia.

 

Jean-Jacques Rousseau, fundamental filósofo y escritor del siglo XVIII, fue la primera persona en describir la adolescencia y compara los tres estadios del individuo con los de la especie humana:

SALVAJE – BÁRBARO – CIVILIZADO

INFANCIA – ADOLESCENCIA – ADULTEZ

 

¿Con esto qué entendemos? Que, claramente, no es más que un proceso que se ha ido dando durante toda la vida de la existencia humana, simplemente hay que dejar que se desarrolle.

Pero,  ¿Cómo definimos la adolescencia?

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la adolescencia es un periodo de importantes cambios biológicos, psicológicos y sociales que van a transformar a la persona menor de edad en una persona con muchas de las características propias de la persona adulta , pero que aún no ha adquirido todo su potencial ni asumido todas sus responsabilidades. Esta etapa se da entre los 10 y los 19 años y tiene tres fases:

  1. Temprana (10-12 años)
  2. Media (12-16 años)
  3. Tardía (16-19 años)

 

Por así decirlo, es una etapa de crisis que probablemente sea difícil tanto para las personas adolescentes  como para su familia y hay que tener en cuenta que es cierto que implica riesgos, pero también muchas oportunidades.

 

Cambios, necesidades y actitudes de los/las adolescentes

Cuando hablamos de cambios en la adolescencia pensamos en los cambios visuales, como la estatura, el pelo, la voz o los pechos en el caso de las mujeres. Pero también tienen cambios que no podemos ver a simple vista.

Tenemos que tener claro que incluso sus necesidades no son las mismas, pasan de no querer  separarse de su madre o de su padre, a repelerlos y no querer separarse de sus amistades. ¡OJO! No es que no quiera estar con sus progenitores porque no les quiera, sino porque está en un momento en el que comienza a conocerse a sí misma/o y a buscar  su propia identidad. Además, comienzan a integrarse en la sociedad, en grupos de iguales en los que necesitan ser aceptados, lo cual les genera ciertas inseguridades.

 

En esta canción de “Peter Pan del grupo de música  «El Canto del loco», algo de la misma puede ayudar a entender lo que supone vivir siendo adolescente…

Todo esto les lleva a experimentar, a probar, a observar por su propia cuenta para empezar a encauzar su camino. Puede que esto asuste, pero de vez en cuando hay que soltarles de la mano en lugar de decirles “no vayas por ahí que te perderás”, “no subas por ahí que te caerás”, etc. Dejemos que se caiga, que se pierda y que se equivoque, pues esa es la forma en la que aprenderá a levantarse, a encontrarse y a comprobar qué es lo que le viene bien o mal.

 

Empezando por ponerse en su piel: empatía

Pero antes de ver cómo actuar, ¿por qué no vemos cómo es posible que se sientan tus hijas/os en esta dura etapa?

Imagínate que miras al espejo y ves a una persona desconocida, un cuerpo totalmente ajeno a lo que hasta ahora habías visto. Imagínate, que además de eso, tienes un caos de emociones, que estas feliz y de repente te cabreas o te entristeces. Incluso párate a imaginar la situación de ver a un grupo de amigos y tener el deseo de que te acepten, pero tienes miedo a no ser aceptado, tienes miedo a no gustarle a esa persona que es tan especial para ti. A todo ello, súmale la preocupación de éxito, de superación, aprobar todas las asignaturas a la primera, contentar a tus padres para que no te echen la bronca… ¿Acaso no es agobiante todo esto?

 

Y como le  preguntaba la oruga a Alicia en el cuento de «Alicia en el país de las maravillas» (1865), de Lewis Carroll, la persona adolescente tiene esta pregunta en la cabeza:

  • -«¿Quién eres tú?» 

-“Ya no lo sé, señor. He cambiado tantas veces que ya no lo sé… No podría explicarme, porque yo ya no soy yo”

Alicia en el País de las Maravillas

 

Es cierto que es ley de vida pasar por ello, pero es curioso cómo se olvida al ser personas adultas. Se piensa que de niñas/os pasan a personas adultas y que deberían comportarse y pensar como tal, pero lo que no vemos es que aún no son capaces y que el mismo camino que hicieron y harán otros, lo tienen que seguir ellos para aprender todo lo que ahora se sabe.

 

Factores sociales y culturales

Aún así, es cierto que hay varios factores que influyen en este proceso a parte del entorno familiar, como son el entorno social y el cultural. Está claro que una persona  adolescente de Perú no se desarrollará igual que una persona  adolescente de China, ni como una de Alemania. Y, por supuesto, tampoco se dio la misma adolescencia en el s.XIX que en el s.XXI. Actualmente, la sociedad es muy diferente, las tecnologías se han apoderado de sus vidas, tienen una disponibilidad absoluta a drogas de todo tipo, hasta algo tan normalizado hoy en día como son las apuestas. Todo esto cambia el desarrollo, la forma de relacionarse e incluso su perspectiva al futuro.

 

Problemas y soluciones (sin magia)

El problema viene cuando el camino que toman empieza a ser realmente dañino, cuando se mete por un callejón sin salida, cuando incluso puede repercutir en su salud. Cuando empieza a abusar de las drogas, a llevar a cabo relaciones sexuales desprotegidas o incluso a mantener relaciones sociales perjudiciales, desiguales.

En este fragmento de escena de la serie de televisión “Merli, se puede apreciar una de esas áreas que puede o no convertirse en problema.

Es en este momento en el que tendrían que entrar los padres y las madres, pero ¡CUIDADO! No es algo fácil, hay que ir de puntillas.

 

Y, ¿qué necesitan? A pesar de ver que los/as hijas/os hacen su vida fuera de la familia, realmente necesitan que estés a su lado. No hay que equivocarse, no es estar encima suyo las 24 horas, ni decirles lo que tienen que hacer o regañarles por cualquier cosa. Lo que necesitan es cariño, apoyo y contención cuando sea necesario. Recuerda todas las dificultades que hemos mencionado, hay que intentar ponerse en su piel. Tienen muchos retos que superar, muchos pasos que dar, simplemente es entenderles, estar a su lado y cuando lo necesiten vendrán volando. Tampoco es que se les pueda permitir todo y que  no se les regañe nunca, cuando se saltan una norma hay que hacérselo ver, pero de forma asertiva. Explicarles qué han hecho mal, aconsejarles cómo pueden hacerlo y si es necesario poner una consecuencia negativa a su comportamiento.

 

¿Madres y Padres: palmeras o robles?

Es cierto que como individuo, como madre o como padre, no se puede cambiar a la sociedad, no se pueden cambiar los factores externos que no están en nuestras manos, pero sí que se puede aconsejar, acompañar e incluso tratar de ser referentes para los hijos e hijas y que no se vean solos en este laberinto.

De nuevo, la serie Merli, nos sirve de ejemplo para ver el cómo se puede ser modelo con las personas  adolescentes.

Para tratar de resumir todo ello, Yordi Rosado, un conocido locutor mexicano, ofreció una charla TEDx , en la que mediante una metáfora explicaba cómo sería el lugar de los padres y las madres en esta etapa que es la adolescencia:

Para ser padre de un adolescente hay que ser una palmera, no un roble. La adolescencia es como un gran huracán, que cuando pasa se lleva todo. Si eres muy estricto, por más que seas un gran roble, por más ancho que estés, por mas años que tengas y por mas raíces profundas que tengas, el huracán te va a tirar, pero una palmera cuando pasa un huracán sabe cuando hacerse a la derecha, cuando hacerse a la izquierda y cuando quedarse muy al centro y no moverse. Y cuando acabe el huracán, que es una etapa, la palmera siempre sigue ahí.”