Violencia filio parental: una mirada conjunta desde instituciones y familias

En esta ocasión queremos haceros llegar algunos contenidos en torno a una entrevista en la que participaron Teresa Laespada, Diputada Foral de Empleo, Inclusión Social e Igualdad y Luis Miguel Uruñuela, Director de Berriztu, sobre violencia filio parental, en el programa “Hoy por hoy” de la Cadena Ser.

Tomándola como base, nos gustaría acercaros algunas reflexiones sobre este problema familiar que nos parecen importantes, ampliar algunas características singulares del Programa de Intervención Familiar Especializado en Violencia Filio-Parental y ampliar la visión sobre este problema con una perspectiva más cercana incluyendo varios testimonios de personas que han pasado por el programa.

Tal como hemos hablado en otros posts, en los que se ha descrito con mayor amplitud, se considera como violencia filioparental (VFP) cualquier acto perjudicial reiterado, ya sea físico, psicológico o económico que realizan las hijas/os contra sus progenitores o cualquier otra figura (familiar o no) que ocupe su rol de autoridad, con el principal objetivo de ganar control  o poder sobre ellos.

Basta con acercarse a los datos de nuestro programa, más de 700 familias de Bizkaia ayudadas en el Programa de Intervención Familiar Especializado en Violencia Filio-Parental en los últimos 10 años, para entender que es un fenómeno emergente que afecta a multitud de familias en nuestro territorio

 

Y con estos datos, ¿Qué podemos hacer?

“Es mejor estar ocupados que preocupados”

Centrándonos en la problemática existente, desde el Centro Hobetzen de Berriztu venimos prestando ayuda a las familias en esta situación de violencia desde hace más de 10 años. La presencia de un programa de ayuda especializado para estas familias, es una acción comprometida de la Diputación Foral de Bizkaia con la resolución a este problema.

 

¿Cómo lo hacemos?

Este programa es pionero en violencia filio parental al destinar para cada familia un equipo de tres personas: 2 psicoterapeutas familiares y una persona educadora familiar. Por lo tanto, combinamos la interacción psicoterapéutica, que lo realizan las personas psicoterapeutas en el propio local, junto con la labor socioeducativa desarrollado por personas educadoras en el propio contexto familiar, trasladándose al domicilio y al contexto de la familia. Todo esto a lo largo de un periodo aproximado de 2 años, siendo el primer año de intervención y el segundo de seguimiento.

Así, el objetivo se centra en cambiar ciertas dinámicas relacionales familiares que identifiquemos en el origen y/o mantenimiento de este tipo de violencia. Para ello es común:

  • Ayudar a madres y/o padres a recuperar cotas de control y afianzarse en el papel familiar que les corresponde jerárquicamente, con firmeza y cercanía.
  • Ayudar a las personas adolescentes a aumentar el control de sus impulsos así como la gestión de sus emociones.
  • Propiciar una comunicación más eficaz en la familia, incluyendo a todas las personas que la constituyen (hermanas, hermanos…).
  • Potenciar todos aquellos aspectos que refuerzan el sentido de pertenencia a la propia familia.
  • Facilitar en las familias el lógico cambio y adaptación que supone cuando las hijas e hijos presentan nuevas demandas y retos de la etapa adolescente.

Entonces, ¿Dónde ponemos el foco, en la persona adolescente, en la madre y el padre, en el conjunto de la familia?

Persona adolescente

 

Otra de las grandes cuestiones que se plantea en la citada entrevista es el “perfil” de las personas adolescentes. Lejos de estereotipos en el Centro Hobetzen de Berriztu las características de las personas adolescentes que acuden al programa son muy variadas respecto a factores sociales. Suele ser una persona adolescente varón de entre 14 y 18 años que vive en su hogar familiar, y que es la  primogénita (aunque también hay un elevado porcentaje de personas adolescentes que son únicas y segundas). Esta persona adolescente ejerce violencia filio-parental principalmente de tipo físico y psicológico. A nivel formativo mayoritariamente se encuentra escolarizada dentro de la enseñanza obligatoria y ha repetido algún curso, no llevando un rendimiento académico acorde a su edad. Suele presentar consumo de tóxicos, principalmente de cannabis y alcohol.

Respecto a otros factores más personales, observamos ciertas características en común:

  • Baja empatía
  • Elevada impulsividad
  • Escasa tolerancia a la frustración
  • Baja autoestima
  • Baja satisfacción con la vida
  • Malestar psicológico
  • Dificultad para expresar emociones o interactuar emocionalmente.

 

Madre y padre

Por otro lado, queriendo desmitificar algunas de las ideas existentes en torno a la visión lineal de esta problemática (una visión que tiende a centrar de manera exclusiva la mirada sobre la persona adolescente y no sobre el conjunto de la familia), es necesario no sólo dirigir el proceso de ayuda en las personas adolescentes si no que tenemos que tener en cuenta a todo el sistema familiar incluidos madre y/o padre; ya que su presencia y colaboración activa es necesaria para la resolución del problema.

En cuanto a las características, se puede describir un perfil familiar muy amplio, en donde ni el nivel socioeconómico ni cultural está directamente relacionado con la existencia de violencia. Así, las madres y/o padres ayudados son principalmente de nacionalidad española, con un nivel académico en el que están presentes personas tanto con niveles de formación tanto básicos como superiores. En muchos de los casos tienen acceso a empleo y disponen de recursos económicos suficientes. Respecto a la situación de violencia filio-parental, se ve que mayoritariamente es la madre la perjudicada por este tipo de violencia ya que la sufren en un 100% de las familias, y en todos ellas sufren un maltrato de tipo psicológico que en gran parte de las mismas aparece asociado también al maltrato físico. En las familias en las que el padre sufre agresión, en menor proporción que la madre, se aprecia que en todos es maltrato de tipo psicológico, y en gran parte concurre con el maltrato físico.  Normalmente no denuncian a sus hijas/os, pero cuando lo hacen suele ser la madre quien interpone la denuncia,  que rara vez lleva aparejada la petición de una orden de alejamiento.

 

Junto a estas características sociales que transmiten diversidad, al igual que sucede en el caso de las personas adolescentes, hay otras características de funcionamiento personal que se presentan con mayor frecuencia:

  • Madres y/o padres suelen hacer uso de estilos educativos poco adecuados para evitar estas situaciones, como los estilos educativos autoritario, negligente o sobreprotector, destacando este último.
  • A pesar del estilo educativo que se intente desarrollar con las personas adolescentes, madre y/o padre suelen ser inconsistentes, variando de uno a otro.
  • Frecuentemente la sensación de falta de control sobre las conductas de las personas adolescentes les llevan a madre y/o padre a mostrarse críticos en las relaciones.
  • Tratan de controlar aquellos que hacen las personas adolescentes y que no les gustan, pasando rápidamente a pensar que el problema no es sólo lo que hace la persona adolescente, sino la propia persona adolescente. Esto provoca aislamiento e incomunicación.
  • La situación de conflicto se extiende (a veces ya estaba presente) a la relación de pareja, lo que mina de nuevo la cohesión familiar.
  • Frecuentemente las situaciones de violencia filio parental se presentan con mayor impacto en las familias donde hay una sola figura de referencia (habitualmente sólo la madre…..o con padre presente que no ejerce funciones) ya que la crianza en solitario puede ser un factor de vulnerabilidad para hacer frente a este tipo de situaciones.

 

Familia en su conjunto

Respecto de las características de las familias atendidas por el programa, observamos también amplia diversidad, ya que tenemos similar presencia de familias de tipo tradicional y familias con otra configuración, bien porque las madres y padres se han separado, pudiendo o no volver a reconstituir la familia o por diferentes situaciones se conforman en familias monomarentales.

En esta familia, una vez más, hay diversidad entre los apoyos que han tenido anteriormente a entrar en el programa. Las hay que vienen después de haber realizado intentos previos de solución con otras recursos y las hay que acceden por primera vez a buscar ayuda.

Respecto a su lugar de procedencia dentro de Bizkaia, tanto Bilbao como los municipios que componen el Gran Bilbao (que es donde se concentra un elevado porcentaje de la población de Bizkaia) son lugares de origen frecuentes si bien también tenemos representación de municipios que pertenecen a comarcas más alejadas.

 

¿Cómo es la mirada de las madres y los padres respecto de su participación?

Con satisfacción y esperanza. Recogiendo otro artículo publicado en esta Web, las palabras de Nagore dejan bastante clara la necesidad de incluir a todos los miembros de la familia en el proceso de ayuda, haciéndose responsables en las soluciones del problema. No obstante, a veces, incluso sin la total participación, al menos inicial, de la persona adolescente se pueden conseguir avances en las relaciones familiares y bienestar en la familia, puesto que los cambios que se generen a lo largo del proceso en la dinámica relacional también le afecta.

 “Llegué diciendo que nuestro hijo tenía un problema y enseguida comprendí que la clave estaba en nosotros”. Madre atendida en el Centro Hobetzen de Berriztu.

 

Esta afectación que la violencia filio parental produce en toda la familia también da pistas para mirar a la familia en su conjunto como protagonista de su proceso de ayuda. Es la propia familia quien acompañada por el equipo de profesionales va a generar los cambios necesarios para cambiar la situación.

 

Al principio piensas que va a ser pasajero, que cambiará. Y vas dejando pasar el tiempo, y por lo general, las cosas no sólo no cambian, sino que empeoranMadre atendida en el Centro Hobetzen de Berriztu.

 

Lo vives con una mezcla de vergüenza y fracaso. Contar que tu hijo te pega no es nada fácil” Madre atendida en el Centro Hobetzen de Berriztu.

 

La soledad y la vergüenza en las familias son dos enemigos a batir para poder llegar a  las familias que necesitan ayuda. Para ello es fundamental potenciar la difusión de los recursos que tienen a su alcance.

 

En cuanto al desconocimiento de los recursos especializados en este tipo de problema familiar, Teresa Laespada destaca en la entrevista de radio la necesidad de que también diferentes recursos presentes en la ciudadanía sean sensibles a esta problemática para poder detectar esta situación y derivar de forma precoz a los recursos especializados, siendo para ello conscientes de la existencia de este programa.

 

Tener confianza…No hay que ser alarmistas

 

No hay que ser alarmistas. El problema es como “una gota dentro del océano”(en relación a la población total de personas adolescentes en Bizkaia)Luis Miguel Uruñuela.

Además, tal como destaca la propia Teresa Laespada en la entrevista, los datos acerca del programa son esperanzadores respecto de la capacidad del programa para ayudar de forma efectiva a las familias en esta situación. Señalando que tras finalizar su proceso, el 80%  de las familias califican el programa de forma positiva.

 

 

A continuación puedes clicar en el link de acceso a la entrevista de radio a Teresa Laespada y Luis Miguel Uruñuela: https://www.youtube.com/watch?v=vntwtQoyUQU

 

Si te sientes identificado/a con lo que se ha descrito, contacta en el 94 447 91 51, en el correo-e  consulta@violenciafilioparentalbizkaia.org, o en esta misma Web, en la sección de CONTACTO anónimo, y contestaremos tu mensaje rápidamente.